En la última clase se trato el tema del consumo y el consumismo, tema muy interesante ya que hoy en día todos nos vemos involucrados de una u otra forma y a veces sin darnos cuenta de la manipulación con respecto a la creación de nuevas necesidades.
Se concluyó que el consumo es aquel que uno hace por satisfacer las reales necesidades básicas de la vida y el consumismo, en cambio, es el hijo dilecto de una fantasía que altera o distorsiona nuestra propia realidad o nuestra propia imagen, convirtiéndonos en esclavos, en un copia de lo que somos o en la imagen de lo que nunca seremos.
Se hizo referencia, además, de los monopolio comerciales que tienen los vendedores, ya que ellos son los que tienen la capacidad para fijar los productos, sus precios, y también tienen la capacidad de embutirnos cada día en nuestros pensamientos unos mil mensajes que nos incitan a comprar artículos que no necesitamos, resaltando cualidades reales e imaginarias de los productos, al mismo tiempo ocultando información, como algunas repercusiones ambientales, procesos agroindustriales o la sobreexplotación de su personal obrero, y todo esto basándose en ideas tan falsas como que la felicidad depende de la adquisición de sus productos.
Por causa de nuestra cultura de la presión social, el consumismo muchas veces se traduce a la adquisición y acumulación de bienes que prontamente no necesitaremos, por lo que se ha ido gestando verdaderas generaciones acostumbradas a “usar y tirar”, causando un desgaste de nuestros recursos naturales por la explotación y sólo para el aumento de la producción de dichas “nuevas necesidades”.
Para contrarrestar este fenómeno, parte de la premisa de que al momento de elegir de manera informada sobre los productos y servicios que adquirimos, podemos influir en el mercado, es decir, en las nuevas tendencias de consumo que son permanentemente monitoreadas por muchas empresas.
Esto significa que a partir de nuestro ejercicio individual de compra y la conformación de una cultura de consumo responsable, nos será posible contribuir a la protección del ambiente y a la mejora de las condiciones de vida y laborales de miles de personas, al decidir a quién le entregamos nuestro dinero. Esto es posible porque al estar crecientemente informados, tendremos más elementos para preferir un artículo producido con prácticas responsables sobre otros que buscan la reducción de sus costos con prácticas y tecnologías dañinas para el ser humano y para el planeta.
No hay que olvidar, que una de las ventajas positivas de la globalización es la gran cantidad de opciones a nuestro alcance.
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